El resultado final puede hacer creer que el partido fue un
paseo para el Real Madrid, y el Atlético un gatito asustado por el vértigo de
verse tan arriba sin estar acostumbrado. Nada más lejos de la realidad. El
Atlético salió con garra, presionando muy arriba al Madrid, persiguiendo la
bola y robándola en muchas ocasiones. El Madrid por el contrario conseguía
mantenerla la mayoría del tiempo pero se notaba incómodo. Así transcurrieron
los primeros minutos, como un intercambio de golpes de unos a otros, sin dominador
claro y sin ocasiones claras por parte de ningún equipo. A todo esto, en el
minuto 9 de partido, una vez más, cayó lesionado Diego Costa. Lo del delantero,
en mi opinión tiene 3 lecturas: la primera, las ganas insaciables de jugar y
ser útil para su equipo, con la ilusión de hacer algo grande anteponiéndolo a
su salud. La segunda, la que considero también egoísta puesto que si no estás
al 100% debes hacerte a un lado y sentarte para dejar a otro compañero y
hacerle más fácil el trabajo al entrenador. Y la tercera, la mano blanda de
Simeone por querer alinear a la estrella del equipo cuando se le dio un plazo
de recuperación de 15 días. En este pecado, Simeone no es el único que cae.
Pero por ello, el Atlético de Madrid quemó uno de sus cambios demasiado pronto
y que, posiblemente, le hubiese venido muy bien a su equipo en el tramo final
del partido y que podría haber llevado la primera copa de Europa al Vicente
Calderón.
Tras el descanso Ancelotti movió ficha con Isco y Marcelo
por Khedira y Coentrao. Esto cabría pensar que el Madrid saldría a morder pero
siguió impreciso y, más que nada, ansioso. Cierto es que los cambios ayudaron y
mucho. El Atlético continuaba presionando y corriendo como jabatos tras el
balón y ahora el Madrid no conseguía sacarla en condiciones. Unos veían el paso
del crono demasiado rápido y otros demasiado lento. Quizás por eso, Simeone
sacó la peor cara de un entrenador, echarse atrás y hacerlo demasiado pronto.
El Madrid se volvió a armar y el Atlético cedió todo el campo a buscar una
contra que le diera el partido y su primer título de Champions. Quién sabe lo
que hubiese ocurrido si hubiese seguido apretando. Particularmente, creo que
hubiese ganado el partido. Sobre todo si prestamos atención a que el Real
Madrid estaba anímicamente mal, Benzema y Cristiano desaparecidos y Bale
impreciso. Salvo Ramos, Varane, Modric y los incorporados Marcelo e Isco, el
Atlético manejaba el partido cerrado y con un grandísimo Villa como un incordio
constante para la zaga y medular vikinga. Quizás necesitaba algún otro apoyo.
Así transcurrió la segunda parte, el Madrid atacando y cada vez más nervioso
aunque con el control del balón, porque el Atlético se lo cedió. Con todo esto,
empezaron a sucederse las ocasiones para el conjunto blanco que, además, retiró
a Benzema y sacó a un aguerrido Morata. El Atlético estaba cada vez más cerca
del título, lo acariciaba y parecía que el recluirse atrás, renunciando al
estilo Simeone, le valdría al equipo campeón de Liga. Pero, como suele suceder
con los equipos no italianos y no acostumbrados a la defensa constante, ocurrió
el fallo colchonero y Ramos saltó más que nadie para dar el empate en el minuto
93 de los 5 añadidos y desatar la locura vikinga, la desolación india y llevar
el partido al prórroga.
Esto me recordó a aquella final Manchester – Bayern de
Munich. Cuando los alemanes ya se daban vencedores y fueron los vencidos. Hay gente que
opina que el árbitro añadió mucho, yo pienso que añadió aquello que era justo y lo digo
desde la objetividad. Cierto es que soy madridista, pero me molesta mucho la
pérdida de tiempo que se ocasiona con casi cualquier roce, que también
entiendo, pero que esos mismos que pierden tiempo deben mirarse así mismos y
hacerse cargo de que se alargó más por su culpa. Y esto me parece igual de mal
sea quien sea el que lo hace. La mejor forma de perder tiempo y la más noble es
irse a la esquina y aguantar el balón y, si no se puede, mandarla lejos y
recomponer filas.
Esto le falló al Atlético y el Madrid lo aprovechó de la
mejor forma. Aunque podría no haber marcado, irse el balón de Ramos a cualquier
lado. Pero, como dice nuestro rico idioma, "tanto va el cántaro a la
fuente que al final se rompe". Este fue el segundo mazazo anímico de la
noche. Esta vez más cruel. Repito que tal vez esto no hubiese ocurrido con un
par de piernas frescas si Costa no hubiese saltado de inicio. Eso nunca se
sabrá.
Con ello llegó la prórroga y ahí el Madrid sacó su poderío
físico a pasear. El Atlético había estado presionando mucho y corriendo mucho
durante los primeros 55 minutos. La defensa constante también es un desgaste
enorme y se notó que las piernas estaban muy agotadas. Intentaron volver a su
juego pero ya era tarde. El Atleti estaba realmente cansado y se le notaba. Y
aquí es cuando gente como Di María, un auténtico quebradero de cabeza desde la
segunda parte para el Atlético de Madrid, sacó su velocidad y clase. Hizo una
galopada muy buena en la segunda parte de la prórroga que mereció el gol pero
Courtois, grande como siempre, sacó el balón que quedó para que Bale, esta vez
sí, saltara más que su marcador y marcó el 2-1. Ahí la resistencia que le
quedaba al Atlético se hizo trizas y ya llegaron los goles de Marcelo y
Cristiano, de penalti algo light pero que ya no era necesario ni definitivo. El
Atlético había combatido enormemente en la final de Champions, privado del
título por dos minutos. Esos minutos que fueron crueles para unos y merecidos
para otros. Simeone puede aportar mucho al fútbol y lo ha demostrado, sólo le
faltó en mi opinión ser más valiente con su sistema y con la estrella del
equipo pero afortunadamente para el Atlético y la liga nacional, hay un tercer
equipo dispuesto a dar guerra durante mucho tiempo. Y yo, repito que soy
madridista, me alegro porque los indios me caen bien.
Finalmente, el Madrid levantó la décima y Casillas pudo
respirar aliviado. Seguro que durante 60 minutos de su vida estuvo viendo cómo
le señalaban las portadas del mundo como el culpable de perder la final. Quizás
por eso le cubrió de besos a Ramos. Y no me extraña, yo también lo hubiese
hecho. Para acabar quiero dedicar un aplauso a todos los Atléticos porque su
equipo es una gran alternativa, dedicar el título a todos los madridistas y
antimadridistas, desear suerte a los colchoneros y celebrar que la copa de
Europa vuelve a su casa.
En primer lugar quería dar las gracias a nuestro colaborador por el excelente artículo realizado. A continuación, querría dejar claro que Juanfran desde que en un lance de la prórroga se dobló el tobillo con Morata, jugó cojísimo la final, siendo seria duda para el mundial inclusive, Simeone no estuvo rápido colocando allí a un jugador no lesionado, y los 3 goles de la prórroga llegaron por allí, el Madrid no sólo era superior en lo físico en el tiempo extra si no en lo mental tan importante en el fútbol siempre. El Atleti jugó con fuego en muchas acciones en la última media hora del partido y estoy de acuerdo con el autor del artículo que tanto jugar con fuego al final te quemas aunque sea en la última jugada y de penalty injusto si hubiera sido el caso, a veces la suerte te sonríe pero no siempre. Un equipo como el Atleti a pesar de que por encima de todo es un grupo, no tener a Arda Turan y Diego Costa sus dos máximas estrellas, en dos finales consecutivas, en el Nou Camp, jugaron 3/4 de partido también sin ellas, es un lujo que es muy díficil de tolerar. Desde el gol de Ramos lo demás fue la crónica de una muerte anunciada.. dónde o bien se llegaba a penaltys con mucha suerte o el Real Madrid tenía todas las de ganar. Enhorabuena a todos los madridistas amigos y enemigos anti atléticos y viceversa, la décima ya ha llegado. Me alegro porque Ancelotti le ha enseñado a Mourinho cómo se gana una Champions con estilo, sin polémica y en el primer año.
ResponderEliminarPor último, me parece una falta de respeto lo que hizo Cristiano en el cuarto gol, el 4-1 a 2 minutos del final, si hubiera sido el 2-1 e incluso 3-1 lo hubiera entendido, aún más tras un partido salvado por gente como Ramos, Di María, Modric o Bale dónde él tuvo una discretísima actuación.
Fue una lástima por como paso, en la última jugada prácticamente. Pero es cierto que el At. Madrid se encerró atrás demasiado pronto. Y el Madrid este año ya ha remontado muchos partidos en los minutos finales porque tiene muchísima pegada.
ResponderEliminarSi llegan 3 veces puede que no marquen, pero si llegan 5 es lo mas probable.
Y de acuerdo con lo de Costa. Lo tendría que haber reservado.