lunes, 28 de noviembre de 2011

Se pierde la magia del derbi. Luis Aragonés vuelve.

Poco a poco, el Real Madrid-Atletico de Madrid, se está convirtiendo en un partido con resultado establecido antes de jugarlo. Ni aunque el Atleti se adelante en el marcador los merengues tiemblan, todo lo contrario. Los aficionados blancos saben que más pronto que tarde remontarán y ganarán, y los rojiblancos saben que siempre algo pasa, se tiran el partido rezando porque no llegue lo inevitable, los goles del Madrid.


Doce años sin ganar son muchos, existen múltiples excusas: Expulsiones justas e injustas, decisiones arbitrales controvertidas, mayor pegada blanca, partidazo de Casillas, decisiones técnicas dudosas, fallos defensivos continuos, bajas, falta de confianza,etc. A fin de cuentas ultimamente el partido se presenta descafeinado, ya que no genera incertidumbre.
 Más de una década sin que el Atleti gane un derbi es muchísimo. Miles de jóvenes rojiblancos de entre 15 y 18 años no recuerdan la victoria ante sus más acerrímos rivales, . Siendo este partido un centro de constante gozo de los aficionados blancos, que ven a sus vecinos cómo 'una perita en dulce'. Los aficionados rojiblancos por el contrario, parten siempre con una fe ciega, pensando que este será el partido; que al fin se ganará, pero partido tras partido sigue sin llegar.
La ilusión y el espiritú de lo imposible es la arma rojiblanca, a veces insuficiente. El Atleti hoy en día pelea por ser grande, su historia y sus aficionados lo son y mucho, y no se merecen otra cosa que un equipo campeón. Éstos últimos lo demostraron acompañando al equipo en Hamburgo, ganando la Primera Europa League de la historia contra pronóstico, y dieron una lección de señorío inolvidable en Barcelona pese a la derrota ante el Sevilla en la final de la Copa del Rey.


Ser atlético parece más incomprensible cada día que pasa, no se entiende, no se puede explicar. Parece un club viciado, pero con el potencial de seguir sufriendo pese a las dificultades. La realidad del equipo es dura, pero de peores se ha salido. Luis Aragonés lo sabe, me gustaría que le dieran las llaves una última vez, muchos rojiblancos lo esperan. El ´Sabio de Hortaleza' sabe lo que significa ese escudo cómo nadie, con él y tras una charla técnica inolvidable, se ganó al Real Madrid la final de Copa del 1992, nos sacó de Segunda, ha dado todo por el club, por favor que vuelva.




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